Piensa, siente y comparte.

Hagamos de los lunes un día especial. Reunámonos en mi casa para compartir y sentir, para celebrar y reir, para comentar un libro, una película o discutir sobre temas cotidianos, para bailar y dejarse llevar, para jugar y volver a ser niñas, para sentirte mujer... Ven y olvida tus problemas por una hora y media. Dedícate los lunes para ti. A partir del lunes 4 de febrero a las 19:00. Como siempre, en Elements, un lugar creado para corazones sensibles y soñadores que quieran compartir experiencias y sentimientos.



"El mundo está en en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños"

Gotas de sabiduría

"Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas."


El Amor es ciego y la Locura  le acompaña
Cuentan que una vez, se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura les propuso  jugar a las escondidas.
La intriga levantó la ceja y la curiosidad, sin poder mantenerse preguntó ¿escondidas? el entusiasmo danzó, seguido de la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda y a la apatía, que nunca se interesaban por nada.
1,2,3.. comenzó a contar la locura, la primera en esconderse, fue la pereza, que como siempre cayó detrás de la primera piedra del camino, la fe subió al cielo y la envidia se escondió detrás de la sombra del triunfo, que por propio esfuerzo había conseguido llegar a la copa más alta del árbol.
La generosidad casi no logra esconderse, porque cada lugar que encontraba le parecía bueno, para alguno de sus amigos, si era un lago cristalino, ideal para la belleza, si era la copa del árbol perfecta para la timidez, si era una ráfaga de viento, magnífica para la libertad.
Así es que terminó escondiéndose en un rayo de sol, el egoísmo un lugar bueno desde el principio, ventilado cómodo pero solo para el, la mentira se escondió detrás del arco iris y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes.
Cuando la locura terminaba de contar el amor todavía no había encontrado lugar para esconderse,  pues todos estaban ya ocupados, hasta que encontró un rosal y cariñosamente decidió esconderse entre sus flores, concluyó la locura y comenzó la búsqueda, la primera en aparecer fue la pereza apenas a tres pasos de una piedra.
Sintió vibrar a la pasión y al deseo en los volcanes, en un descuido encontró a la envidia y claro pudo deducir donde estaba el triunfo, al egoísmo no tuvo que buscarlo. el solo salió disparado de su escondite que era en verdad  un nido de avispas. De tanto caminar lalocura sintió sed y al aproximarse a un lago descubrió a la belleza.
La duda fue más fácil de encontrar estaba sentada sobre un cerro sin decidir dónde esconderse y así iba encontrándolos a todos, al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una cueva oscura, pero el amor no aparecía por ningún lugar, la locura lo busco detrás de cada árbol, debajo de cada roca del planeta y encima de las montañas.
Cuando estaba a punto de darse por vencida, encontró un rosal y comenzó a mover sus ramas con energia, entonces escuchó un grito doloroso, había herido al amor en los ojos con las espinas delrosal. La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rezó, imploró, pidió perdón y prometió ser su guía para siempre, es por eso que desde entonces el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

El valor de las cosas.
Una vez un padre de una familia muy rica, lleva su hijo a pasear por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran esos campesinos. Pasaron un día y una noche completas en la destartalada casita de una familia muy humilde. Al concluir el viaje y de regreso a la casa en su flamante automovil, el padre le pregunta su hijo:

Que te pareció?el viaje?

Muy bonito papi!!

Viste que tan pobre puede ser la gente? insistió?el papà?

Si, respondió el niño.

Y que aprendiste, hijo? insistí?nuevamente el padre.

Vi, dijo el pequeño, que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.

Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. El patio de nosotros llega hasta la pared junto a la calle, ellos tienen todo un horizonte de patio.

Al terminar el relato, el padre se queda  mudo.... y su hijo le dice:

Gracias papi, por enseñarme lo pobres que somos !!

!! APRENDE Y ENSEÑA EL VERDADERO VALOR DE LAS COSAS !!

 

QUIERO...

Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confí­es en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi.
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy, hoy puedes contar conmigo.
Sin condiciones.


Un cuento taoista

Sentado al borde del camino, un anciano sabio comía su arroz con los dedos. Un hombre muy rico que pasaba por allí se indignó:
— ¡Mirad a ese viejo! Dicen que es el sabio más grande de la provincia y está comiendo con los dedos. ¡Qué horror! Nunca lo invitaré a mi casa.
Cinco minutos después, apareció una elegante comitiva escoltada por tres guardias que acompañaban a pasear a dos damas.
— Oh — dijo una de ellas —, ¿no es ése el sabio del jardín de los ciruelos?
— Sí, es él — repuso la otra. — No le basta con ser un patán, sino que además es muy sucio.
Nunca lo recibiremos en nuestra casa.
Al día siguiente, el rey de la provincia organizaba una gran recepción para celebrar el equinoccio e invitó al sabio. También estaban invitados el hombre rico y las dos damas. El sabio, en el lugar de honor, comía con palillos y su ropa estaba inmaculada. El hombre rico no pudo contenerse y le preguntó:
— ¿Cómo puedes comer un día con los dedos y otro, según las normas y las costumbres?
— ¡Oh!, es muy sencillo. No me aferro a las costumbres y me adapto al lugar donde me encuentro. Si estoy sentado bajo un árbol, me gusta comer con los dedos. Nadie me ve, aparte de los que pasan y me juzgan. Si se me invita, me acomodo a las costumbres de mi anfitrión.
El hombre meneó la cabeza.
— Yo no podría actuar de esa manera. He de comer siempre con palillos.
— Entonces, nunca verás más que un aspecto de las cosas — dijo el sabio —. Antes de vestir tu cuerpo de blanco, ilumina tu alma.